¡Baila Tyson baila!

Con gran algarabía finalizó el primer torneo de ayer por la noche en Neverland. El tándem Tyson/Combi encontró nuevamente el dial de la "sintonía fina". Pero no les fue fácil. Esta vez tuve la oportunidad de hacer equipo en esta histórica edición de la Copa Tándem - con la participación de 8 participantes- con Oscar, amigo desde épocas de colegio (por eso las coordinaciones hasta usando términos de tono elevado) y también componente de la Liga Master, que cayó de casualidad por el refugio del Winning para cambiar figuritas de Panini con Tyson, y le quedó tiempo para mostrar que valió de algo la pena que compre un Play de segunda.

En un post anterior se ha desmenuzado un poco como ocurrieron los hechos de ese primer torneo, ya que no me pude quedar para el segundo por las diferencias que existen entre un jueves de winning con un viernes de winning. Mi equipo, el Manchester, llegó hasta la final con la etiqueta de favorito, frente a una Arsenal (Combi/Tyson) que se mantenía en una labor de reunir esas habilidades que le han dado tantos títulos en antaño. Frases de Tyson como "yo antes era bueno", o "Quark, ¿te acuerdas cuando te goleé 8-0, te acuerdas?", denotaban el intento de traer al presente ese pasado glorioso que le daba la espalda a Tyson.

La campaña del Manchester fue más que auspiciosa. 3-0 al Newcastle (Page/Ludo), equipo de "swingers" que llegaban con él ánimo al tope, pero que una sucesión de cambios de mandos (incluido el inalámbrico deseado por Quark) se encargó de minar. Ambos players se irían luego al malecón, según dicen, a limar asperezas winningísticas. 2-0 al Inter (Quark/Chacal), un romance de amor/odio que no se concreta en el campo de juego. Comparable a una pareja de 15 años de casados: se tienen, duermen juntos, pero no se entienden. Luego de estos resultados, todo hacía presagiar un éxito para este tándem "raimondino" (en honor a mi recordado colegio).

El Arsenal debió espantar sus cucos. Ganó con una larga serie de sustos al Inter y al Newcastle, en ese orden, por 1-0. En ese último, la mano invisible de la suerte (la máquina sí me quiere) acarició los sueños del cuadro liderado por Henry. Dejó en perfecta situación la gran final: Manchester-Arsenal.

Del partido por la baja sólo diremos que la ganaron por lo que menos pagaban en las apuestas, el Newcastle. La gran final, tuvo en cambio, momentos de emotividad notable: travesaño que no dejaba adelantar el marcador al Manchester, el gol de cabeza de van Persie luego de un exacto saque de esquina, expulsión de Kleberson luego de una desesperada jugada en pos del balón en el medio campo, ataques desordenados de Nistelrooy con poca fortuna al los últimos metros, y finalmente un inentendible error de Park solo (al puro estilo Andrés Mendoza y su insultada pierna izquierda) frente al arco de Lehman, permitieron que este partido sea el mejor de la serie. Resultado ya contado: Arsenal 1 -0 Manchester.

Al final, Tyson celebró con su característico baile, Combi volvió a creer en el team, y la gente eufórica veía el renacimiento de este tándem. Mientras tanto, me debía retirar con la derrota, discutiendo a la salida con mi partner las razones de sus obnubilaciones al momento de las definiciones, poniendo en duda un futuro agrupamiento en las canchas de Neverland, pero siempre posible en caso sea necesario.

Como punto aparte comentaré que el mando inalámbrico llegó a ser centro de atención, pero más por la distancia que logra alcanzar para emitir su señal, que por su utilidad misma. La frase al respecto fue "Ludo, ya que estas usado ese mando, anda cómprame a la tienda". Ya Quark, te lo presto unos días luego de semana santa.

En la foto: Visitante G y Visitante II, cuando aún eran calichines colegiales, y sólo pensaban en el Super Soccer 3