De la supremacía del tándem al juego individual

[por TYSON] Queridos amigos que leen esta página y que luego encienden su televisor y juegan winning contra la máquina, aquí les va un consejo: consíganse un multitap y tres amigos o nunca sabrán realmente de qué trata el winning. Paso a explicarles por qué. En el mundo real, aquel agujero hosco lleno de personas que tienen citas los viernes, los deportes se dividen entre aquellos que se practican casi siempre de manera individual (como el tenis, el pin pon, el automovilismo, el box, etc) y aquellos que se practican siempre de manera colectiva (el fútbol, basket, voley, beisbol, etc). Los programadores de las marcas dedicadas a elaborar juegos electrónicos, tienen que cubrir todos los juegos. No hay duda de que los deportes individuales son ideales para el playstation porque, al igual que en la vida real, el jugador depende solo de su propio talento para vencer. Así, por ejemplo, en las carreras de autos o en los juegos de pelea, los jugadores con más técnica, más velocidad, más dominio del mando (o de los trucos) resultan ganadores y, muchas veces, invencibles,; pese a que la máquina mejora siempre la jugabilidad al final siempre se llega a un tope, y hay que esperar una nueva versión para medirse.

El problema surge cuando se intenta pasar el esquema de un juego colectivo al de una consola casi siempre en manos de solipcistas: ya sean chiquillos solitarios con espinillas y sin éxito social, o escritores mediocres y súbitamente panzones. Un partido de fútbol exige 11 mentes pensando al unísono, como quería Rinus Michells, pero en la práctica solo hay un mando y un par de manos. ¿Cómo hacerlo entonces? La máquina trata que el jugador individual tenga la mayor cantidad de decisiones: elaborar las estrategias, por ejemplo, ordenar al equipo, decidir los cambios o la opción del L2 para elegir qué jugador virtual debe ser manejado por el control según las eventualidades del juego. Sin embargo, pese a todo en realidad los partidos serían imposibles sin ayuda de la máquina, que debe por lo menos colocar a ciertos jugadores para esperar un pase o hacer una pared. Es decir, incluso cuando uno juega solo está haciéndolo en tándem. Lo malo es que tu compañero de tándem, en tales casos, es la máquina: un compañero sin mucha creatividad, con una capacidad de respuesta limitada por el default (si la máquina lo pone genial en los stats, es genial y alerta; si no, es una basura) y sin mayores posibilidades de combinaciones. Por eso, el jugador individual de los juegos colectivos se entrena en otro tipo de goles: el tiro libre, el remate desde lejos, el llevarse a todos con un motoratón, o el gol de rebotoni esperando que la máquina coloque a un lauchero por ahí.

No está mal, también es divertido armar estrategias y conseguir la ubicación perfecta para cada jugador (aunque sin llegar al extremo patológico de Invazor, que tiene hartos a los del Liverpool tratando, con cartas subidas de tono, de que jueguen según como él coloca a los virtuales). Pero si alguna vez tienen la posibilidad de jugar en tándem sabrán realmente cuáles son las limitaciones del juego solitario y, sobre todo, cuáles las enormes posibilidades de un juego tan perfecto y detallista como el winning eleven de nuestro divino hijoputa Shingo (los que jueguan FIFA Soccer sigan jugando solos nomás, por bestias). Aunque, desde luego, el juego de tándem está también supeditado a factores no controlables, como la actitud con que sale el equipo o algunos de sus jugadores, lo cierto es que ahí las jugadas son colectivas y no individuales. Y además, la jugabilidad del juego se potencializa porque las posibilidades son infinitas, tanto como los factores que entran en funcionamiento, y no existe un tope en el aprendizaje ni para la excelencia. Un buen equipo de tándem sabrá defender, cubrir los espacios, marcar, hacer pressing desde la delantera, hacer combinaciones y cambios de juegos, jugadas como la cuña pagiana o la torre eiffel tysoncombiana, que jamás saldrían en el juego individual salvo de casualidad. El juego de tándem sería la delicia de don Rinus, el Fútbol Total, donde un equipo llega a una compenetración absoluta, el yin y el yan, donde cada nota crea una nota y así ad infinitum. Una textura, pues, y un texto también, con sus párrafos extensos y sus sílabras vibrantes. Siempre habrá algunos necios -ahí te hablan, tabito- que desprecian la sinfonía del juego colectivo y prefieren el exabrupto de una jugada individual. Es como preferir un solo de guitarra de Jimmy Hendrix a una sinfonía; o una pincelada audaz en una pared a la obra entera de Cezanne; o un verso afortunado al Ulises; o una ecuación bien hecha a la posibilidad de usar las matemáticas para mandar cohetes a la luna y dividir los átomos . No soy yo quien juzgará el gusto de aquellos que no tienen gusto y prefieren la espontaneidad, el azar, el burro que sopla la flauta, al trabajo sólido y estructurado de los auténticos genios. No soy nadie para hacerme el sorprendido de que un ingeniero, un hombre ducho en una disciplina estructurada y sofisticada, prefiera la habilidad de una sola persona, un toquecito, antes que el engranaje y la sinergía.

En consecuencia, dado que el futbol es un deporte colectivo y no individual, jugar en tándem es lo único que se acerca realmente a la experiencia de jugarlo en la realidad. Gracias al multitap, el fútbol virtual, aquel deporte que amamos hasta el desmayo, vuelve a ser aquel juego espléndido que ha trascendido desde hace mucho la mediocridad del resultado o el campeonato y se ha convertido en una ejecución armoniosa que conjuga inteligencia, fuerza y belleza, y que no depende de un solo hombre sino de conjunto (que incluye a los jugadores y al entrenador). Y eso, eso mismo, solo puede representarse en un tándem que se sobrepone a fuerza de voluntad y comprensión a los designios de una máquina pendeja y al solitario placer pajero de apretar con acierto un cuadrado desde 25 mts virtuales.

Tarea para la casa:

1) Decir por qué para el autor el juego en tándem es mejor que el juego individual

2) El basket ¿se considera un juego individual o colectivo?

3) ¿Qué es mejor un verso o el Ulises de Joyce?

4) ¿Por qué Tabo es una bestia ciega a la que deberían quitarle el título de ingeniero y darle un yo-yo para que se divierta haciendo el perrito? (si necesita otro cuadernillo para esta respuesta pedirlo con anticipación)