Alimaña y Page, un tandem que quema

Si por alguna razón nuestro primer batallón Invazor/Chacal no logra resquebrajar al adversario, tenemos preparado nuestra segunda contingencia para evitar que extraños jugadores entren a Neverland. Alimaña (izquierda, ¿no es igualito?) y Page (derecha, este sí es igualito) son capaces de sorprender al rival. Estamos seguros de que cuando Page exclame ante un pase exquisito (¡ya, Alimaña, quema!), nuestros contrincantes soltarán sus mandos creyendo que la Alimañao sacará un lanzallamas del bolsillo. En ese momento vendrá el gol. Con trampa o sin trampa, la idea es que ningún jugador más entre a Neverland (ya somos diez, tampoco queremos que se parezca a un prostíbulo donde hay que hacer cola). Por eso, tenemos plena confianza en que el juego sucio de la Alimañao (3 barridas x segundo, despejes que salen del estadio, penales no cobrados, la Alimaña es el mejor en eso) y el dribling de Page (Dios lo ilumine en la definición), eviten que jugadores con intenciones oscuras usufructen el agua purísima de Neverland.