Quark, luego de varios años de turismo, logró un contrato sólido con el Atlético

El día en que se abrió el mercado de agentes libres, el dt Quark llamó a su agente, la pajarita Mendizábal.

"No he recibido noticias", le dijo Mendizábal, dejando en claro que además de ser su representante es su amigo. Otro hubiese gritado: "Tu eres Quark, ¡por favor! ¡Tengo a Carlitos Bianchi, a Frank Rikjaard, a Cooper y Pekerman como clientes! ¡Tengo que encontrarle un empleo al Chemo, a Uribe y al Chepe Torres! ¡Has sido un entranador turista durante ocho Mimaskots y nadie te ha llamado! ¿Cómo superaste a mi secretaria?"

"No estoy llamando por eso", dijo Quark. "Solamente quería saber cómo andabas".

Tres horas después, Mendizábal le devolvió la comunicación. "No vas a creer quién llamó", le dijo. "El Atlético de Madrid está finalmente interesado, acaban de soltar a su antiguo dt y quieren un contrato exclusivo contigo".

Y así fue como el reinado de Quark con contratos no garantizados llegó a su fin. Luego de ocho temporadas bajas observando equipos y agarrando los clubes que le daban carta pase para practicar -Barcelona, Villareal, Valencia, Bayern, Liverpool, Inter, Milan, Real Madrid, Aston Villa, Arsenal-, Quark finalmente firmó un contrato por seis Mimaskots y un millón de dólares. Totalmente garantizado. No tiene opción a cambiarse de club, fracase o triunfe. Total, se viene una nueva era en Mimaskot Revolution Fichas, y el Atletico quiere empezar a erigirse como un club con proyección. "La intención", ha dicho el presidente, "es estar en la parte de arriba. Si tenemos suerte, la suerte acá será trascendental, quizá podamos pelear por algo importante".