12.9.05

Copas "sin Quark": balance

Después de un fin de semana de fútbol, nada como la guadaña matutina del lunes para rebajar los entusiasmos desmedidos, restituir la honra perdida a los golpeados por la suerte y evaluar, con sensatez y cabeza fría, lo que fue y lo que no fue. En primer lugar, hay que felicitar al dt Ludo por esta rapidísima recuperación del bajón que sufrió las dos semanas pasadas; parece que su nuevo "estilo oriental de juego" le ha servido para volver a la cancha con gran pie. Pero, ¿en qué consiste realmente este estilo? ¿Se le puede llamar "estilo" a esa mezcla de derrotismo trascendentalista y lateralización asquerosa y defensiva del juego? Antes de celebrar con tanta alegría, la Ludópata debería reconocer los factores coadyuvantes a su triunfo: el sueño y el desgano de Tyson, la mala suerte del Chucho, la caída (que continúa, aunque ya no en picada) de Page, y las enseñanzas de Combi. "Ver jugar a Combi es un placer", dijo el dt Ludo; un poco de humildad no le viene mal a nadie. ¿Y qué hay de la Combi Maldita? El esporádico dt reapareció en Neverland después de varias semanas sorprendiendo a los cachorros con su sólido juego y con su gran talento para crear "chaplines": "Pesadilla Ameobi" es ya una de las marcas distintivas de Neverland, tanto así que los cachorros piensan escribirle a Konami para que la camiseta de Ameobi diga "Nightmare" en el Winning 10. Combi, queda claro, sabe muy bien a qué juega. La sólida línea de tractores que funge de defensa, el medio campo estable y creador gracias a Ballack y Jeremies, la delantera con dos puntas que reciben fácilmente los pases largos, y la facilidad aparentemente innata para los tiros libres, así como la pasmosa efectividad de disparo cuando Ze Roberto o Pizarro tocan las puertas del área, son sus mejores armas. Recordemos que Combi campeonó junto a Ludo en la copa del monito azul, y que estuvo a punto de ganar el domingo. Siguiendo con los dts, Page ha salido del agujero en que cayó con el Madrid, pero como dicen por ahí, su Newcastle renovado es "la misma chola con otra falda". Los rasgos del juego del gran "Tonelotto" se mantienen intactos desde el winning 8: pases al vacío, poca preocupación por la defensa, y la esperanza absoluta en las posibilidades de Owen o de su nueva estrella, el negrito "Pesadilla". Continúa, además, la tendencia del dt a frustrarse rápidamente, a tomar diez litros de omnilife entre cada partido y a mirar con el rabillo del ojo a la presidenta del club, esperando temeroso la recompensa o la "cancelación" (canceléishon, Page!!). Veremos si "Toneladita" resuelve sus principales dudas en los siguientes campeonatos: debilidad defensiva (y desinterés por lo que ocurre con "los hombres de atrás", carácter irascible del dt, confianza exagerada en el pase al vacío, práctica excesiva del "fútbol vertical", y sobre todo la desesperación goleadora, las ansias de atacar y atacar cien veces por segundo. En cuanto a Tyson, el dt no se despega de sus fórmulas de siempre, y por eso se vuelve predecible (sobre todo cuando está jateando). Aunque Drogby ha resucitado, las diferencias entre la Tysoncita y su pupilo "Crespito" parecen insalvables. Su equipo no funciona mal, en realidad hizo todo lo que tenía que hacer, pero se topó con tres barreras que no pudo remontar: el sistema oriental de juego, la presencia de Combi que siempre lo pone nervioso, y su propia apatía, su falta de alegría para jugar a la pelota. "Ya no sonríes, qué pasa", le dijo la Combi asesina, y el corpulento dt tiene razón, pues Tyson ha puesto el piloto automático y necesita una inyección de "armonía" para volver al gramado con oportunidad de triunfar, porque la técnica y la táctica las tiene ya ganadas, después de un arduo periodo de entrenamiento tras el cual ha llegado a dominar los secretos del winning 9. ¿Qué decir de Chacalón? ¡El chucho ha muerto! ¿Y de Quark? Nada, que nos diga él dónde estuvo todo el fin de semana. L.

1 comentarios:

neverlandiano dijo...

Estoy completamente de acuerdo con sus apreciaciones, señor Ludo. Qué agudeza, qué visión más profunda del fútbol, vaya, lo felicito.

Miguel Company