5.1.08

¿Qué pasó con Nakamura?

"Siete hombres de amarrillo rodearán a Nakamura y no podrán detenerlo" se lee en un verso de Nostradamus. Sin embargo, el viernes pasado hasta el central del Nancy Lorraine lo detuvo. ¡Qué decepción, Nakamura! ¡Qué decepción!

Una de las decisiones por las que me decidí manejar al Celtic fue Nakamura. Recuerdo que el manager anterior me dijo, mientras recorríamos las instalaciones del club, lo siguiente: "En mi oficina te voy a presentar el secreto mejor guardado de los japoneses. Con eso no la pensarás más y querrás quedarte toda tu vida". Con ese misterio carcomiéndome la cabeza conocí el gran club del trébol, encantado por su historia, sus colores, su hinchada, tocando con mis manos los chimpunes que usó el gran Roy Keane en su último partido como jugador (no confundirse con la basura de Robbie Keane). Cuando finalmente entramos a la oficina del manager, un tipo gordito y bonachón, onda Danny de Vitto, pensé que me mostraría la espada de un samurai o una geisha hermosa cuya mirada te exprimía de ansiedad y erotismo (motivo más que suficiente para quedarse en el Céltic en esta época de amoríos ausentes), incluso la imagen fugaz de un Yukio Mishima viejo pero vivito y coleando, bebiedo whisky y con el pulso a mil por hora debido a la transmisión de un partido de rugby me invadió (y yo, que he perdido la fe en la escritura, diciéndole: "Maestro, solo compraré el club para que usted me enseñe realmente a escribir"; y él, sin dejar de mirar la pantalla del televisor, con una voz ronca de tanto gritoneo: "Sírveme más whisky, hijo, y deja de hablar huevadas, que ahora se viene el touchdown).

Locos pensamientos míos.

En la oficina no había nadie. Nos sentamos. El manager prendió un habano, luego volvió a ponerse de pie, se acercó al ventanal y se quedó observando a través del vidrio los entrenamientos de la mañana, donde solo habíamos visto a un japonés practicando tiros libres.

"Ese de ahí es el secreto mejor guardado de Japón", me dijo. "Se llama Nakamura y en su país lo llaman el Pirlo del Sol Naciente. ¿Alguna vez viste Supercampeones? Bueno, con decirte que la historia de Oliver Aton surgió de su vida. Cuando Nakamura tenía siete años de edad, todos los japoneses pensaban que iba a ser un crack, el sucesor de Maradona. Incluso hay un video secreto, que nunca salió a la luz pública, en que se ve a Nakamura dominando el balón. Es un video a blanco negro, lo que es raro, porque tú sabes cómo son los japoneses con estas cosas tecnológicas. En un momento, un periodista le pregunta cuál es su sueño, y él responde: "Che, mi sueño es ser campeón del mundo"... Ay, Nakamura, hasta en eso se parecía a Maradona. Nakamura era extraordinario con el balón. Tenía una precisión científica y una visión de juego de ave rapaz. Ganó todos los campeonatos infantiles. Cuando cumplió diez años, la NHK invirtió para llevar a la pantalla chica su vida, y creó Supercampeones. Estaban convencidos que ese muchachito iba a ser el futuro rey del soccer. Pero Nakamura nunca pudo superar su único defecto: su lentitud. Ya cuando cumplió los quince años y entró a las inferiores de Japón, la serie Supercampeones había dejado de tener interés porque sabían que Nakamura estaba lejos de ser Maradona. Por eso, Nakamura pasó de ser el Maradona japonés al Pirlo del Sol Naciente. Pero nunca llegó a ser Nakamura a secas, con eso te digo todo. Aun así, este japonés es un crack. Si lo rodeas bien (por eso contratamos a Gravensen, pero tú sabes, no hay mucha plata para traer a otros más) este hombre de ojos de lámina te puede dar los más grandes logros que tú anhelas en el Manager Neverland. Rodéalo bien, solo eso, rodéalo bien. Y nunca le menciones de su pasado, pues hasta ahora anda con antidepresivos. Es que, a fin de cuentas, no todos algún día pensaron que iban a ser el rey del soccer..."

Solo por eso, Shunsuke Nakamura, solo por eso, te voy a dar una última oportunidad más. Una última. Y luego, si sigues jugando como jugaste el viernes pasado, a aguantarse la banca o la reserva. A mí no me vengas con que pudiste ser el Maradona japonés.

QUARK

8 comentarios:

carlos dijo...

que campeonato para raro.
salvo owen, ningun delantero brilló

Anónimo dijo...

lo mas lastimoso aun es que nakamura esta ni cerca de estar bien rodeado: GRAVESEN ESTA A PRESTAMO EN EL EVERTON, asi que querido quark, conformate con rodearlo con lo que queda. Saludos desde Alemania.

Anónimo dijo...

Mierda, no sabía que Gravesen estaba en el Everton. ¿Y ahora, gente de Neverland? Imagino que, dada la ignorancia de tal suceso, seguiré jugando con Gravensen, ¿verdad?

Anónimo dijo...

jaaaaaaaaaaaaaaaaa
buen post, cabrilla
oye
yo te estimo mucho, pero
ROBBIE KEANE ES MAS GRANDE QUE TODO TU EQUIPO JUNTO!!!
(asu, que fan)

JM

guycito dijo...

Owen marco la diferencia en el torneo. Invazor lo supo, le metio su chiquita, y al final saboreó el sabor del campeón. Y eso que le pusieron de chapa mini yaya, acabó como goleador con 5 goles, lo máximo. Cuando haga dupla con Ruud, será demoledor.

Anónimo dijo...

No creo que puedas jugar con Gravesen. para reemplazarlo, puedes 'resucitar' al puma carranza y llevarlo a tu equipo. Dicen que es de la misma especie que tu Gravesen.

JM

Anónimo dijo...

Pero Gravensen es de Céltic todavía, solo está a préstamo. Yo entré a la página del Céltic, y figura como jugador. ASí que, todavía puedo jugar con él.

NakHarrison dijo...

no me gusto nada lo q comentaste sobre Shunsuke yo creo q es el mejor jugador del mundo y punto... ademas era muy chico para q lo llamen el futuro rey del futbol.. o el maradona (q es un dorgadicto habla giladas).. nada mas Nakamura es mi idolo y eso no m lo va a quitar un comnetario de un pagero en internet...
Sayonara