"Aunque tenga que morir lo que yo...

... amo, quiero mirar lo que renace", así reza el verso más memorable de Wáshington Delgado. Y eso es lo que ocurrió el martes en Neverland. Luego de fracaso del Blackburn Roses, una vez más, en la Copa Manager Dream ideada por Quarkcito -la copa y los 250 puntos se los volvió a llevar Invazor, ¿no les parece raro?- decidí que no podía seguir sucediendo esto, no era posible que Invazor ganara todas las copas solo porque con su Porthsmouth bien afiatado tenía ventaja sobre los demás, al nivel de jugabilidad digamos, y ventaja sobre Quarkcito porque esa alma sensible manda a la mierda todas las copas por su desconcentración en las finales, mientras Invazor va colocando canciones pogres, sacándose conejos de los dedos y rezando a dios con la mirada en el techo -¡él, que es ateo!- para que Quarkcito pierda.

¡No más!, me dije.

Y saqué la conclusión: Invazor y Chacal han elegido clubes con los que siempre juegan los partidos amistosos al final de cada viernes, que ya conocen y quieren, como son el Porthsmouth y el Tottenham, y que encima están mejorados con refuerzos. A Alimaña, en señal de buena voluntad, le dimos el único equipo de Champions de esta copa que es la Fiorentina que es obviamente superior al promedio. Vergatov escogió un equipo que conoce, como es el Aston Villa, que fue su segunda opción cuando llegó a Neverland. Y Quarkcito ha elegido un equipo después de una razonada comparación de fanático. En cuanto a Visitante, ése eligió a su club guiándose por el corazón... y como el corazón tiene sus razones que la razón no entiende, lo dejo nomás a ese loco con la envidia y el dolor de quien se acuerda del tiempo feliz (en que yo decidía mi vida según el signo astrológico de mi novia) en la miseria (ahora mismo).

Pero yo, ¿yo? ¿yo que había hecho? Urgido por Quark que me pedía escoger un equipo para dar su batacazo, busqué en internet -sin ver cómo eran las cosas en el play- un equipo interesante según su alineación. Vi al Blackburn Rovers que tenía a Santa Cruz y a McCarthy que eran estrellas de hace años. ¿Por qué no?, pensé sin medir las consecuencias y en la ceguera total sobre qué equipo era posible o no elegir (¿valía el Ajax, el Newcastle, el PSG, el Porto?) Elegí un equipo que nunca había pisado la cancha en Neverland. ¿Y qué pasó? Un destastre. Un equipo lento, abotagado, sin dinamismo, sin ganas, con huecos en todos los flancos. Así era imposible hacerle el pare a Invazor o a Quark. Así era imposible si quiera soñar con ganar una copa a punto de empates logrados con excesivo esfuerzo. ¡Tengo que cambiar de equipo! me dije. Y de inmediato surgió la voz pérfida de los demás, entusiasmados con la idea de tenerme anulado toda la copa como rival: "pero no te puedes llevar a tus jugadores, es como si volvieras a empezar". ¡Te olvidas de Verón y de Givet!

"Volver a empezar..." pensé. ¿Valía la pena el riesgo? Luego de un momento intenso llegué a la siguiente conclusión: con este equipo malo no podré si no quedar, con suerte, en mitad de tabla e ir comprando jugadores malos mientras los demás van armándose hasta los dientes... es mejor perder un poco lo ganado, retroceder dos pasos para saltar tres, y tener la expectativa de que en los próximos campeonatos logre armar un equipo al mismo nivel siempre de los demás.

Y así fue, así lo hice. Tuve que dejar -con el dolor de mi corazón- a las rositas de los Blackburn Rovers. Tuve que dejarlos ir. Tuve que embarcarlos y despedirme de ellos. Tuve que... ¡váyanse a la mierda, malos basuras! Saqué las pocas cosas que me quedaban en el club: la foto de mi hijo, un cojín para el asiento, un lapicero, una calculadora, a tyson Galliquio y un almanaque del Chelsea, mis amados pupilos, firmado por todos los muchachos deseándome suerte en el reto de conducir acémilas. Saque todo, convencí a Martins que todavía crea en mí y me mudé, sí, me mudé al EVERTON a pesar de las burlas de Invazor que los llamaba Toffes. ¡Old England Tofffes mi dignísimo señor! ¡Los aristócratas de la Premier League!

El resultado de ese traspaso ha sido visible y obvio para todos: jugamos una copa amistosa, sin puntos a repartir, llamada "Copa Milagros Moy Me Pone", y el ganador absoluto fue Tyson y su nuevos muchachos del Everton. ¡Como lo oyen! Por más de tres puntos además. Irrefutable. Y no es que el Everton sea un equipazo, pero al menos se comportan, participan y encima... ¡quieren a Galliquio y le han dado la camiseta 9! (que ya se la quité porque no es para tanta sobonería tampoco).

Así es señores. El Everton saldrá al gramado este viernes y habrá toffes para todos. Esa es la buena noticia. Y la mala noticia, en especial para las cabras locas que querían que yo siga jugando con el Blackburn y les deje ganar sus copillas sin oponer resistencia, esas cabrillas miserables que le dijeron a Vergatov que no me devuelva a Arteta baja el lema "que se joda por cambiarse de equipo", para esos cobardes que hubieran sido felices que yo juegue con el Total Clean... la mala noticia para ellos es que TYSON HA VUELTO.