A calzoncillo quitado

Vamos a hablar claramente. A un partido del fin de la primera rueda de la Copa Infiltrados Masters, el desarrollo de la segunda vuelta está perfectamente perfilado. Primero, eliminemos a los eliminados: el Chacal está fuera (¿alguien dice que no?), y Quark, pese a tener tres puntitos, está en desventaja por tres motivos graves: no tiene a sus infiltrados porque renunció a ellos libremente; está picón y sin tranquilidad mental no se puede ganar (salvo que para el viernes se haya hecho budista como Ludópata); terco y cabro como él solo, seguirá insistiendo en su "sistema", que consta de dos elementos: una masa indiferente de jugadores anónimos encargados de meter el pasecito, y la madre de Ronaldinho a 200 por hora. Hablando por el calzoncillo triste de Tyson, solo quedamos tres en carrera: el dueño de la prenda íntima, el Maraví atragantado y el gran técnico Ludópata, que pronto presentará su segunda novela Hotel Europa (sale caliente, cómprenla ya!!!). Analicemos, punto por punto, las debilidades y fortalezas de cada candidato. Tyson está en segundo lugar porque le gana por diferencia de goles (+3) a Ludópata. Pequeña ventaja, pero nada desdeñable. Si gana el siguiente partido vs. el gran Ludo, quedará primero con 10 puntos. Es un firme candidato. Ha demostrado que no sufre la misma enfermedad de quark, pues sin mboma y sin el bati da la lucha igualito nomás. Su problema es que nadie se sorprendería si gana la copa. Tyson siempre juega bien, pero ya no deslumbra. Si Tonelotto logra dar un concierto de los suyos, esas cosas raras que pasan una vez cada milenio, podrá brillar más que el Chelsea y llevarse la victoria final. Tonelotitta "KFC" está en inmejorable posición. No solo tiene un punto más que el segundo, sino que su rendimiento tiende al alza. Ofuscado por no saber mantener un resultado de 2-0 encima, lo más probable es que esté echando humo. Y cuando Page se enfurece, no hay quien pare a su Pichula Rameoba. Si logra navegar con la cresta de la ola, veo que será imparable para Tyson (regular, pero incapaz de superarse a sí mismo dada su avanzada edad futbolera y cronológica) y para Ludópata. Veamos por qué. La Ludópata ha perdido el toque. Su juego es como el de Tyson, en el sentido de la regularidad. Tiene bien aprendido el libreto, pero tampoco deslumbra: ya todos saben qué esperar de él. Si no es Shevchenko descolgándose y aprovechando su fuerza y habilidad para alcanzar la meta, es Rui Costa el que después de dos enganches en medio metro cuadrado quedará perfectamente perfilado para cachetear la bola con la cara externa de la zapatilla, justo en la boca del área donde las papas queman. Esos remates casi rasantes y pegados al palo son mortíferos incluso para Preud Homme (el "hombre orgulloso" en un antiguo dialecto celta- normando). Si Page logra cubrir los huecos en su área, Ludópata se quedará sin ofensiva y terminará encajonado en su técnica oriental. A Tyson no hay que decirle nada porque sabe cómo es la Ludópata. Dadas las cosas, el favorito es Page, pero todo depende de él. Si decide hacer ciertos ajustes importantes en su formación, sobre todo para fortalecer la defensa, conseguirá el título sin lugar a dudas. Pero si Page no se eleva al nivel de la circunstancia histórica, la copa será disputada palmo a palmo en el choque de fuerzas parejas Tyson-Ludópata, cuyos encuentros suelen ser clases maestras de táctica que pasarán sin lugar a dudas a la memoria eterna de las Mimaskot.