Orígenes

En un comentario, el DT Quark ha pedido volver a los orígenes. No sabe lo que dice. Si volviéramos a los orígenes sucedería: 1. Quark volvería a andar calato en medio del sol calcinante, con una lanza en la mano y un coco en la otra, pegando figuritas de negros basketbolistas pichulones en su cuaderno Loro -la única marca permitida en la selva- y lejos de la biblioteca rural de su pueblo donde un libro de páginas crujientes de Joyce se aburre de esperar lectores. 2. Ludo volvería a tener pelo, a regresar caminando solo desde su colegio hasta su casa -tres cuadras-, a mirar con desesperación las herrumbrosas rejas que rodean su barrio en Villa, a soñar con las secretarias en minifalda que hubiesen ido a trabajar a la fábrica de Luchetti, a masturbarse mirando por el ojo de la cerradura a la empleada -55 años pero potona- que barre el cuarto de su hermano, que en ese momento carga una escopeta de balines para bajarse una de las 234 especies protegidas de pájaros cresta dorada de los Pantanos de Villa. 3. Page volvería a ser flaco, a admirar a su profesor de metodología tan apuesto, pelucón y de ojos azules ("yo quiero ser como él, mami"), a jugar ocho locos con sus amigos del cole en el garaje de uno de ellos, a repetir los frejoles del almuerzo (en secreto porque su mamá le advierte que tiene tendencia a engordar), a escribir cuentos con buenos títulos, a cambiarse el calzoncillo del día y perfurmarse cada vez que va a salir con V. 4. Chacaloncito volvería a recibir los abrazos de sus tíos, primos, hermanos, sobrinos ahijados, cuñados, concuñados, padres, abuelos, bisabuelos, pirañitas, primos de cariño, etc. por haber ingresado a la católica. "¡Buena Cachimbo!" le gritan los vecinos de su calle; y su orgulloso papá (mientras le quiebra en tres partes la pata con un tacle sanguinario en una de sus pichangas dominicales) ronca: "¡mi hijo es de puta madre!". Y Chacaloncito, mirándose en el espejo la afeitada pelada de cachimbo, sonríe y piensa: "creo que ahora mi suerte va a cambiar". 5. Tyson tendría esposa, viviría en la misma casa con Andreas -una casa de dos pisos en Barranco, con dos empleadas, con patio interior y exterior- cenaría todas las noches comida casera con su esposa, escribiría una novela con buen ritmo, escucharía música electrónica con su mejor amigo y cómplice, hernán medina, iría al cine todos los martes y viernes, en fin, estaría lejos, muy lejos de neverland, y dormiría tranquilo, absolutamente ignorante de la existencia de unos engendros universitarios llamados los cachorros. ¡Sí, volvamos a los orígenes! ¿Se puede?