Terminada una fecha más del eterno campeonato entre "el Bien" y "el Mal", solo queda hacer un balance del desempeño de los jóvenes dts. En primer lugar está, por supuesto, el chucho, que no quedó primero en el torneo apertura pero se llevó un subcampeonato con sabor a victoria que hizo tambalear la estructura del mundo con la amenaza de que "cualquier cosa puede pasar". Algunos han dicho que el chucho tuvo una ayuda diabólica, pero quedándonos con lo visto en la cancha, fue el mejor jugador, uno de los más seguros en la última línea, el más hábil para manejar el balón en el medio campo, el más preciso y mañoso para los pases adelantados y el más efectivo para inflar las redes. En cuanto a Tyson, ganador del apertura pero perdedor moral en opinión de todos e incluso de él mismo, su emoción de la tarde al observar cómo las manos ágiles del técnico Pedro descuajeringaban las entrañas del play para hacerlas concebir - finalmente - el fruto del winning 9 en su esperada versión en español, tuvo al mismo tiempo una recompensa y una decepción. Si bien hizo una excelente campaña y demostró que está a pocos días de obtener un dominio pleno del juego, su atención desmedida sobre la figura de Crespo podría hacerlo caer en las redes de la misma "adriano-dependencia" que anuló todo el talento futbolístico de una joven promesa perdida como el dt Quark. Esperemos que la experiencia de Tyson le valga para algo mejor. El caso de Quark es más difícil, pues desde que el winning cambió de versión, no ha encontrado un club donde establecerse. Su mayor problema es que no logra conciliar sus exageradas ambiciones y su sed de triunfo inmediato, con el convencimiento - que sin duda tiene - de que empezar desde cero con un equipo nuevo implica un trabajo lento y paciente que va sumando pequeñas satisfacciones de semana en semana antes de ofrecer la ansiada gloria. Qué se le puede decir a Quark además de pedirle que no se deje desanimar por posibles reveses futuros en su nueva temporada con el Bayern, equipo con el cual todos esperamos que permanezca durante un buen tiempo y no apenas algunas horas como ha venido pasando. Ahora, hablemos de Page; ¿qué se puede sentir hacia Page si no es compasión en este, el peor momento de toda su carrera como dt? Cierto, se le puede achacar la culpa de todo al desmantelamiento que sufrió su Real Madrid, que ahora, sin Samuel, carece de una defensa sólida; tuvo mala suerte Page, porque sus superestrellas van perdiendo el brillo (la vejez de Zidane no ayuda, Ronaldo se lesionó por culpa del sobrepeso y... ¿quién es Owen?), y las nuevas "estrellitas" no resplandecen como prometían: me refiero a Robinho. Pero más allá de estos cambios inevitables que todos los dts sufrieron por el cambio de versión, Page tuvo la mayor parte de la responsabilidad, pues su estilo de juego pertenece al pasado. Me recuerda a esos equipos de las épocas antiguas que solo el Chacaloncito recuerda, cuando se metía gol de media cancha y se jugaba con 8 delanteros. Frente al nuevo estilo "griego" del chucho, ¿qué se puede hacer con puros sombreritos, ruletas marsellesas (el giro de 180 grados) y tres laucheros colgados arriba que jamás serán abastecidos por un lentísimo medio campo que está al borde de la jubilación. Lo que se le puede recomendar a Page es lo que Quark no debe hacer: cambiar de equipo, el Real ya fue, y también cambiar de estilo de juego, adaptarse a los nuevos tiempos. Finalmente, quiero referirme a la campaña del dt Ludo, que se reincorporó al Milan hace poco y tuvo un desempeño mediocre. Quedó tercero con cuatro puntos (igual que Quark, que le ganó por diferencia de goles la medalla de bronce), pero fue una decepción. Marcó el primer gol en casi todos sus partidos, fue el candidato a ganador durante los primeros veinte minutos y luego se dejó empatar o ganar sin oponer más resistencia que la de un caracol de tierra al dejarse aplastar por un pie inevitable. Su defensa, la mejor del mundo según los demás dts, se despintó, su mediocampo no encontró claridad y sus delanteros desaprovecharon las pocas - pero certeras - oportunidades que tuvieron para abultar el marcador. Su problema mayor es sin la menor duda el desaliento, la incapacidad para concretar lo que empieza con buen pie, su falta de convicción para presionar hasta obtener el segundo gol de la tranquilidad. ¿Podemos esperar que se recupere para el clausura? Hay menos probabilidades que las que existen de que el Chacal se alce, finalmente, con la copa merecida. Tyson también podría acercarse de nuevo al triunfo, pero tendrá que superar las dudas en cuanto a su crespo-dependencia; además, estadísticamente parece estar descartado. De Page, ni hablar; la siguiente fecha debe servirle para elegir un equipo apropiado y empezar a tomar las riendas, pero que llegue a tiempo al nivel necesario para enfrentarse a la excelencia alcanzada por JM es casi imposible, a menos que tenga un gran golpe de suerte. En cuanto a Quark, la situación es parecida a la de Page pero a la vez distinta, ligeramente peor, en opinión de este comentarista. Si bien Quark quedó tercero, los números resultan engañosos pues la verdad es que, como Page, no tiene equipo. Un buen primer partido amistoso con el Bayern (que según noticias de último minuto ya no es su equipo, qué lástima) no es garantía de nada más que de una vana ilusión. Quark debe, sin embargo, reconocer que los tiempos han cambiado desde que abandonó el Inter y que ahora está empezando desde cero. Page es más consciente de su miserable situación (cómo podría no serlo), Quark todavía tiene sueños de gloria, nostalgias que juegan en su contra, y ese es el obstáculo más difícil de remontar. Si Page necesita un golpe de suerte para hacer un buen papel el próximo viernes, al pequeño dt saltarín le hace falta un milagro. (mientras tanto, el chucho sonríe entre dientes) Ludo
27.8.05
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