Extraño la voz gritona y exaltada de Jon Kabira. Sin él, los partidos no son lo mismo. También extraño el grito entusiasta de las graderías, el grave sonido del balón bajo el parlante sub-woofer. La música insistente a la hora de preparar las alineaciones. Sí, extraño todo eso. Desde que se fue la bulla no gano nada. ¿Quién carajo me regala un cable? TYSON
6.10.05
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