Combi pierde el invicto

El día de ayer, en una nueva versión de la Mimaskot Infinita, Combi perdió definitivamente el invicto. Luego de ganar tres campeonatos -él dice que cuatro- seguidos, ayer se jugó un polémico cuadrangular entre el Dt Tyson (Arsenal), Combi (Juve) , Page (Barcelona) y Chacaloncito (Manchester). Los primeros partidos mostraron que este era un campeonato insólito. El DT Combi apabulló a Tyson en un primer encuentro (5-3) debido a que el segundo sufriera una de sus desconcentraciones fatales y de ir empatando 1-1 en 10 minutos Combi se puso en ventaja por 4-1. Y Chacaloncito mostró que es un rival de temer con el Manchester (sobre todo por el diablo con tridente del escudo) pues luego de dos partidos estuvo invicto venciendo a un Page que no ataba ni desataba con el Barcelona, y a un Combi sorprendido por una derrota ante Chacaloncito, que él considero "injusta" y "regalada". De pronto, el campeonato dio un giro cuando el DT Tyson, después de ir al baño tres veces, tener arcadas por la maldita migraña y tomarse un excedrín, salió del baño recitando: "concéntrate, Tyson, concéntrate y lo harás bien". La actitud concentrada -por primera vez no cantó José José ni Iván Cruz, ni habló de literatura, solo jugó- le dio resultados a Tyson. Le rompió el invicto a Chacaloncito con 2-0, luego venció sin problemas a Page por 3-0. Todos -incluso Combi- reconocieron que el juego de Tyson era de asfixia, con una contundencia desconocida en él. Antes de pasar a la segunda ronda, un partido clave fue el de Page- Combi, que se mantuvo empatado hasta el minuto 90. En ese momento, Ronaldinho lanzó un tiro libre extraordinario (luego de que Chacaloncito dijera las palabras mágicas: page, tíralo como en el comercial) que venció a Buffon. Combi estaba desconsolado y Page sonreía como jamás lo había visto. La segunda ronda empezó con un partido entre Tyson y Chacaloncito. Una revancha en la que el equipo de Tyson salió mal, agotado, pero aún así, con un juego inteligente, evitando hacer correr a los jugadores y buscando el hueco, Tyson ganó por un 1-0 ante un Chacaloncito demasiado nervioso para aprovechar la mejor condición física de su equipo. El siguiente partido, para mala suerte del Arsenal que ya había salido agotado en el anterior, fue Tyson contra Combi. Esta era un partido decisivo pues Combi luego de dos derrotas debía sí o si tener los tres puntos y evitar que Tyson, con tres triunfos seguidos, haga uno más y se convierta en insuperable. A pesar de que Page, en gesto que lo enaltece, dijo que mejor el partido se juegue después porque el Arsenal estaba en la lona, Tyson decidió seguir adelante. Y ¡Oh sorpresa!, el Arsenal no salió mal, y con dos goles tempraneros hundió a la Juve en la desesperación. Terminó el primer tiempo 2-0 arriba y cuando salieron al segundo la tensión se podía olfatear en el aire. "El cabro de Tyson ya ganó la copa" rumiaba Combi. "Este cabro me va a joder el pentacampeonato solo porque la máquina lo favorece" decía, con saña, olvidando que cuando me apabulló 5-3 su actitud era casi evangelista (me dio la mano y dijo: perdona, cuñao, así es el fútbol) En medio de esa confusión, y mientras más atacaba la Juve, vino el 3-0 del Arsenal que fue un baldazo de agua fría. El partido siguió desordenado, con un Lehman más grande que nunca, y la Juve logró un 3-2 con dos penales dudosos pero insuficiente. Tyson sumaba su cuarta victoria consecutiva y era a todas luces el campeón de la Mimaskot. Entonces ocurrió un hecho bochornoso que todos los jugadores de WE debemos rechazar. Combi, humillado por esa tercera derrota consecutiva, se la agarró con un inofensivo Tyson que lo único que hizo todo el campeonato es estar concentrado y aprovechar sus oportunidades para meter gol. A pesar de que era obvio que Tyson no solo ganó los partidos sino que lo hizo jugando bien cuando su equipo estaba parado (aún se recuerda los pases de banda a banda) y jugando con inteligencia cuando el equipo salía agotado (ejemplo, segundo partido con Chacalón, con Hleb manteniendo la bola lo más que podía y explotando las bandas), la piconería de Combi al ver que le quitaban el invicto fue demasiada y, sintiéndose humillado por eso (¿?) empezó a gritarle a Tyson que el partido era tramposo, que la máquina hizo todo, que la máquina me había regalado el campeonato. Yo, más asado que nunca porque por primera vez jugué un campeonato tratando de ganarlo y no de meter chongo, le dije: - O sea que la máquina me regaló los dos goles - Tú no hiciste nada. - O sea que yo, que metí los tres goles con jugadas y pases, fui favorecido por la máquina que te regaló dos penales. - Tú no le has ganado a nadie... y cuando pierdes eres un picón - ¡Acaso cuando me ganaste no reconocí que fue mi culpa por no estar concentrado? - Sí -reconoció Combi - pero eso a mí qué chucha - Entonces a ver, dime en mi cara -dije cogiendo un vaso que iba a estrellarse en su cara- ¡La máquina me regaló tres goles! - Yo qué sé -gritó Combi. Ante tamaña ofensa, y ante la indiferencia de Chacalon y Page, simplemente me puse de pie, les dije: "Váyanse a la mierda, les regaló mi campeonato", me metí en el baño, me tomé tres lexotanes y me metí en la cama. Resultado: Combi perdió el invicto y yo no pude ir hoy a trabajar porque estoy completamente extraviado y zombi por los lexotanes y con una migraña horrible. Una lástima, una situación ridícula. Pero de todos modos debe haber el viernes Mimaskot en Neverland, porque si no, quizá nunca más haya otra. TYSON