28.4.05

¿Podemos ser más cabros?

Esta noche me han invitado a participar en un coloquio sobre las relaciones entre el fútbol y la literatura. La verdad es que estuve sin saber qué hacer hasta hace poco. Solo ayer, a las 11 pm, vio la luz este breve poemario. Es un homenaje al gran amor que pueden llegar a sentir algunos DTs del winning eleven 8 por sus jugadores favoritos. Aquí les va el primer poema: la Parte del Cuajináis. Vestíbulo Porque el fútbol y la poesía van siempre de la mano He prosado para ustedes, estetas, hinchas y parroquianos estos versos de fantasía que espero sean de su agrado. Habitación 102. Catedral romana. Lamentos de amor entre José Miguel Herbozo y su marido, el delantero Totti. ¿A dónde te escondiste, Oh Totti, amado mío, y me dexaste con gemido? Como el toro bravo huiste, Habiéndome herido, Salí tras de ti clamando, y eras ido A Busardo fuiste, traidor, fementido Y aquí yo he quedado, triste, aquejado, Entre las azucenas olvidado. (Más adelante: Habitación 209. Recuerdos de Busardo. El director técnico Bambán Tyson evoca las piernas ausentes de Owen, su goleador favorito, después de su traspaso al Real Madrid). Ludo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja. Qué buena...

Quark

pd. Y el mío? Y mi relación con Adriano?