Bienvenido a Neverland: Sin palabras

(aunque, a decir verdad, en el partido importante la Ludópata tú ya sabes cómo es ganó por 4-0 a los rojitos de Guy King... pero una imagen vale más que mil resultados)

TYSON

Mitos y mitologías de Neverland

Los Humala.- Los Humalas son los malos de Neverland. Cuando ellos ganan, Neverland sufre. Cuando ellos pierden, Neverland celebra. Los Humala nunca celebran los goles: solo se miran de reojo y se dan la mano. Cuando están perdiendo, los Humala empiezan a sufrir en silencio, mordiéndose los labios. Cuando ganan, su aire de autosuficiencia termina por enrarecer el clima tenso, la frustración de los perdedores, el orden del mundo.

La higuerilla.- Casa del Chacal. Es común verlo debajo de ella, con un cigarrillo en la mano, orando.

La jugabilidad.- Eso no es un mito, ¡existe!

Apple crumb.- Lo lleva Hadhafang. Se lo come Page.

Chifa Mi Amigo.- No es tan rico como parece, pero salva de apuros. La medida exacta para Neverland: dos arroz chaufa de pollo y un tallarín saltado. A veces, una docena de wan tan frito. No es aconsejable la sopa wantan. Conversación típica entre Tyson y la que recibe los recados: “¿El tallarín con el pollo en trozos o en tiras?” “¿También lo hacen en tiras?” “Sí” “Tráiganlo en trozos”.

La fidelidad de Combi.- Combi se presenta como el tándem más fiel de Neverland, la pobre víctima de las veleidades de Tyson que, humillado, tuvo que levantarse a un chico romántico que miraba a Neverland desde lejos y lo llevó a las grandes ligas sin experiencia bajo el nombre irónico de “Combito”. Pero nada de eso es cierto. Yo vi cómo le brillaban los ojos jugando con Page. ¡Yo vi!

“La máquina me odia”.- La máquina solo odia a Tyson.

Ocho botones.- Abrigos que suelen usar en Neverland algunos jugadores en ciertas temporadas, aunque Tyson jamás lo usó. Actualmente, son la prenda favorita de Visitante y Page.

Ludo.- No existe.

Maldini.- Equivalente radiofónico de Quarkcito, nacido en España y que tuvo un brevísimo pero infausto ingreso en Neverland. Lo botamos de una patada en el culo. Dicen que le gustó. Actualmente, ha sido desalojado y en su lugar hemos puesto a un británico de acento imposible de diferenciar del otro comentarista.

Vergatov.- 12 centímetros nomás.

Mauro Esposito.- Desde las desesperadas épocas en que César Delgado quería vender al Cóndor Mendoza al fútbol italiano y casi le quitan la licencia, o cuando vendió a Guadalupe a Argentina mostrando videos de Esidio por lo que no puede regresar a Buenos Aires en 34 años sin dos por uno, jamás se había visto la angustia de un agente futbolístico por endilgarnos un paquete como supuesta estrella hasta que el Chacal apareció con el “torito” Espósito bajo la manga. Es más malo que pegarle a tu abuela el día del entierro de tu abuelo. El Chacal, cual productor de Enrique Iglesias, cree que poniéndole una chapa lo va a sacar campeón. Qué lejanas las épocas en que el Chacal nos vendía carne de primer nivel: Pirlito, Van Persie… ahora, incluso desconfiamos del llamado “Totti irlandés” ¿Se han dado cuenta de que cuando uno del Tottenham mete gol, el que sea, el Chacal siempre dice que lo metió Robbie Keane? Hay que estar atentos.

Mujeres.- Las mujeres en Neverland siempre tienen la forma del sueño que las contiene.

Aureal.- Conocido como el “semillero” de Neverland, alguna vez las instalaciones de Aureal fueron algo así como la Segunda División de Neverland. Los pingüinos jugaban entusiastas, hacían copas, planeaban jugadas y estrategias, ensayaban la cucharita y las carrerillas de Adriano, estaban ahorrando para comprar un TV más grande. Ahora, ese lugar huele a Isse Miyagui, compran sus ternos en la calle Dasso y se recortan las patillas en Amarige. Mario Testino es el fotógrafo oficial de las actividades del Aureal Day que se organiza en lugares exóticos como la isla de Kobe (cuando Xbito quiere sushi) o Bangladesh (cuando Tabo quiere kebabs de cordero). Se dice que la corporación de Steve Jobs está a punto de comprar Aureal por una cifra astronómica (en euros) que incluye, como enganche, dos Van Gogh rematados por el Banco de Tokio. Desde luego, hay una víctima: Combito, el camanejo ilustre, quien decidió renunciar a todo ese boato con la frase: “Para mí, Linux no es un bussiness sino una religión” Desde ahí le pusieron de chapa “el Lolo Fernández de los sistemas integrados” y lo mandaron a Camaná a instalar un software para la Academia de ajedrez “Julio Granda Vio Un Ovni”.

La voz apenas audible.- Cada quince o veinte días, una voz apenas audible se va oyendo en Punta Negra, San Isidro. Esa voz apenas audible parece estremecer los corazones de todos los asistentes, que empiezan a sentir temor. Esa voz apenas audible nos habla de nuestros miedos, de nuestras angustias, de nuestras frustraciones, como un espejo que reflejara lo mejor y lo peor de nosotros. Esa voz apenas audible nos hace llorar arrodillados, o nos hace reír agradecidos por el privilegio de oírla apenas. Esa voz apenas audible, además, tararea las canciones de salsa. Esa voz apenas audible es la voz de Alimaña.

“Lo tapé yo”.-jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

El sistema defensivo de Invasor.- Un ser imaginario que se le escapó al ciego Borges. El equivalente futbolístico de la Quimera, los Dragones, los Grifos, el Unicornio, el Catoblepas, la observazzione y la vida sentimental de Tyson.

7.2.06

Sin palabras

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