Fue una larga lucha (tres partidos), pero la final resultó como debía ser: la última copa Tándem, denominada casualmente "La última vez", fue ganada ampliamente por el Manchester United, manejada en complicidad por los DTs Quark y Visitante.
Su triunfal campaña empezó con un empate contra el Chelsea (Tyson/Page) 1-1, un partido emocionante de principio a fin, pero que acabó de la manera más justa. Luego, a sabiendas que el Chelsea había vencido por 2-1 a un luchador Liverpool (Invazor/Ludo), el cuadro del diablo rojo debía ganar por una diferencia de goles mayor a la realizada por los azules, y bajo esa consigna, venció por 3-1, encontrando sus tres goles bajo los pies de Rooney en los últimos 10 minutos del encuentro.
Estos resultados permitieron llegar al Manchester a la final, en la que esperaron al ganador de la llave entre el Milan (I/L) y el Newcastle (P/T), quienes jugaban por el desempate. Esa "semifinal" quedó 1-0 en favor de los de Solano y Shearer (quien ya se va y se dedicará seguro a comentarista), ganándose el pasaje a la final que tenía así un cariz totalmente inglés.
La final intensa. Manchester adelantó tempranamente con gol de van Nistelrooy, pero unos minutos después se quedaría con 10 jugadores por un foul del francés Silvestre, lo que obligó a este cuadro a dejar su original 4-4-2 por un 3-4-2, no renunciando nunca al ataque. Y a pesar que los albinegros intentaron por muchos medios lograr el empate, una escapada de van Nistelrooy obligó a Oshea a alargar la pierna, ganándose la roja, y lesionando al ariete holandés que dejó su puesto al muchachito Rooney.
Cuando llegaba la final del encuentro, y ante un decaimiento en la motivación de la dupla de DTs del Newcastle, una jugada después de un corner permitió al portugués Cristiano Ronaldo cabecear con fuerza hacia el lado opuesto que defendía "Regalito" Given, marcándose el 2-0 final, y el triunfo inobjetable.
Después del encuentro, muchos jugadores del Manchester mezclaron su alegría del título con la tristeza de tener que dejar el Winning 9. Saha comentaría "el WE9 me ha traído muchas felicidades, he podido explotar mi punta izquierda como en ningún juego antes. Espero que se haya hecho justicia conmigo en este nuevo número de juego que sale". Van Nistelrooy, con un notable vendaje en el muslo izquierdo, dejó su palabra también al respecto: "ese Oshea es un... no permitió que acabara el partido para celebrar con mis compañeros, pero ya verá en el siguiente juego como me la desquito. ¿Sobre que pienso del WE10?, pues, yo soy el mejor de Holanda, y casi de toda Europa en el ataque, será sólo un cambio de número en el juego, lo demás, será para mí, siempre lo mejor." No quiso adelantar nada de un posible paso al fútbol español.
De esta manera acabó el quizás, último torneo de WE9 en Neverland, aunque habrá que esperar al 10, que llega con sus palabras en japonés, que seguro ni el Linux que le pueda poner Invazor al Play, lo pueda traducir, así que los primeros días no sentiremos como "Super Campeones".
A lado, podrán ver el video de los goles y la celebración de este histórico momento sucedido en Neverland.
0 comentarios:
Publicar un comentario